viernes, 30 de julio de 2010

La literatura existe, porque la vida no basta...


Aún cuando me siento plena, siempre hay un vacío. La simpleza al parecer no me basta y cuando intento ir más allá de ella, es cuando se produce el caos. Tengo sueños, a veces parecen cerca, otras veces parecen diluirse poco a poco en la inmensidad de mis pesadillas. Trato de tranquilizarme, aún cuando la angustia parece invadirme por completo; son las acciones las que pesan, ese arrepentimiento que conlleva decepción. Creí conocerme, pero bastaron algunos tropiezos para darme cuenta de lo contrario. No me conozco en lo absoluto, me avergüenzo, trato de ocultarme, pero no lo logro. Tras mi sombra arrastro el peso de los recuerdos y la responsabilidad de mi actuar. Un día oscuro que parece no tener fin, lágrimas que empañan la vista y un corazón que necesita descansar; son tantos los sentimientos que lo atañen de un momento a otro, sentimientos que se multiplican segundo a segundo, pero que al final parecen reducirse a uno solo, angustia. Una autopista a gran velocidad, “Popplagid” como tema de fondo, es otro planeta, sí, definitivamente otro; no quiero regresar, hace mucho que no disfruto tanto, quisiera detener el tiempo en este momento… ¿nos estrellamos?... la verdad, no lo notaría en lo absoluto. Luego de unos minutos he vuelto a mi realidad. Quiero cambiar, pero el pasado no lo puedo borrar, los recuerdos y la tristeza continúan, tú vuelves a estar presente y mi vida sigue, ya no quiero mirar hacia atrás. Tengo miedo, ese temor que me envuelve cada día más en la incertidumbre de quién debo dejar atrás, no quiero pensar, no quiero sentir, sólo escribir las letras que deciden tocar mis dedos.

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